Requisitos para ser una persona normal

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REQUISITOS PARA SER UNA PERSONA NORMAL. Director: Leticia Dolera. Guión: Leticia Dolera Reparto: Leticia Dolera, Manuel Burque, Alexandra Jiménez, David Verdaguer, Carmen Machi, Miki Esparbé, Silvia Munt. Producción: Oriol Maymó, Paco Plaza, Gabriel Arias Salgado.  Fotografía: Marc Gómez del Moral. Música: Luthea Salom. Duración: 85 minutos. [/box]

Desde su éxito en el Festival de Málaga, mucho había oído hablar de Requisitos para ser una persona normal, la ópera prima cinematográfica de Leticia Dolera.

Mucho, y bien, lo cual había incrementado mis expectativas al respecto (no exentas, todo hay que decirlo, de las reticencias propias ante el postureo y la autocomplacencia de que hacen gala muchos de los críticos), así que, en cuanto tuve un hueco en mi agenda me fui al cine a ver la peli.

¿El resultado? Que salí del cine como si hubiera tomado unos vahos de eucalipto… muy agradablemente despejado y con una extraña sensación de bienestar y buen rollo. Porque Requisitos para ser una persona normal es una delicia de película, bien escrita, mejor dirigida y muy bien interpretada que os recomento ver sí o sí.

¿Por qué? Bueno, pues estas son mis…

 7 buenas razones para ver Requisitos para ser una persona normal

La trama

Requisitos para ser una persona normal es una comedia romántica; nada nuevo bajo el sol, pero aun así es maravillosa, porque mezcla ingredientes de sobra conocidos con tanta sabiduría y en tan justa medida, que el resultado es estupendo.

Cuenta la historia de María de las Montañas, uno de esos jóvenes de la Generación Y, sobradamente preparados, pero a los que sus licenciaturas, másters, idiomas y similares no les llegan para conseguir un trabajo digno y tienen que volver al hogar familiar en busca de refugio físico y espiritual. Porque nuestra sociedad de consumo (heredando esa dicotomía tan anglosajona de winners vs loosers) nos dice que a los 30 solo puedes ser alguien en la vida si eres normal.

OK, no parece muy difícil…basta con ser «normal». Pero ¿qué es ser normal? esa es la pregunta del millón que María se dispone a contestar y a hacer realidad según los parámetros convencionalmente establecidos: tener trabajo, casa, pareja, vida social, aficiones, vida familiar y ser feliz.

En esta búsqueda de El Dorado social, se encuentra con Borja, un disfuncional y adorable dependiente de IKEA, que tiene muy claro cómo conseguir ser normal y que se convierte en su Pepito Grillo particular (aunque él, en realidad, no cumpla ninguno de esos requisitos).

La historia está servida y a partir de ahí asistimos a esta búsqueda de la felicidad por parte de dos náufragos, que sin ser muy conscientes de ello, están agarrados a la misma tabla de salvación.

Aderecemos estos ingredientes con la preciosa historia de Álex, el hermano de María (el más lúcido de todo los personajes) y la triste y dura de Bárbara, su madre, y ya tenemos la receta para un excelente guión.

La realización

Como ya dije antes, la película no ofrece nada nuevo, narrativamente hablando, pero es que, por un lado lo que cuenta, lo hace muy bien y, por otro, lo muestra visualmente aún mejor. El tono, el ritmo, la fotografía, la dirección… todo encaja a la perfección y es el principal responsable de una experiencia tan agradable.

La película sigue la tradición de la nueva comedia indie americana y narra la historia con un estilo que se mueve entre el realismo, el esperpento, con un tono naïf que, sin duda hará de ella uno de los referentes del movimiento hipster patrio, tanto por cuestiones éticas como estéticas.

Porque en esta historia, no hay perdedores ni ganadores, simplemente lo que varía es el punto de vista con el que se les valore y Leticia Dolera lo muestra fantásticamente bien.

Leticia Dolera

Afrontar una ópera prima como director es una labor ardua, hacerlo como guionista otra, al menos, igual de complicada, y compaginar ambas tareas con asumir el papel protagonista, ya es algo tremendo.

Pues bien, la cineasta barcelonesa (tras esta película me resisto a referirme a ella solo como «actriz») ha afrontado este Everest creativo con una suficiencia apabullante, dejando entrever que detrás de esa fachada angelical y esos ojazos hay muchísimo talento creativo.

Asumiendo este reto, muy a lo Woody Allen (en plan «solo ante al peligro»), Dolera demuestra una gran seguridad en sí misma y una delicadeza exquisita a la hora de contar las cosas (a veces, cosas terribles) con desenfado, naturalidad y, siempre, buscando el lado positivo.

El lenguaje narrativo es fresco y muy desenfadado, huyendo de todo formalismo estético. Guardo en mi memoria algunas escenas espectaculares en este sentido, como el paralelismo entre el sexo y la «sauna holandesa»; la imagen de las vendedoras de Termomix deleitándose con sus «brownies jamaicanos» y, sobre todo, el «taller de gin tonics con cardamomo» y «la galería de arte», dos clásicos que a los que nos dedicamos a la cultura nos llegan muy dentro, porque los hemos vivido-sufrido a menudo.

A la consecución de este tono desenfadado ha contribuido el estilo de dirección tan naturalista del que hace gala. Las interpretaciones son creíbles, aun en las situaciones más absurdas, lo que le da credibilidad a la historia y la hace más cercana.

Leticia Dolera (again)

No, no me he confundido. En el apartado anterior ensalzaba a la Leticia Dolera cineasta. En este me quiero referir a la actriz protagonista, cuya interpretación del personaje de la encantadora María de las Montañas es uno de los atractivos de la película.

María es inteligente; tierna; infantil, pero madura; insegura, pero resuelta… un bombón de personaje, que la autora se reservó para ella y que ha interpretado con muchísimo acierto. Tanto físicamente como por el tono de su interpretación me recuerda muchísimo a la adorable Zooey Deschanel, con lo que, ya de entrada, tiene ganado mi corazón 😉

Manuel Burque

Un personaje como el de María puede tener dos tipos de contrapunto: o uno potente (tipo Mark Ruffalo en Begin Again) o su reflejo especular, como ocurre en esta cinta.

Borja, el contrapunto masculino, es un personaje, aparentemente seguro y de vuelta de todo, pero aún más «perdedor» que María y aún así… es feliz. Manuel Burque da vida, de forma magnífica a este dependiente de IKEA, un osito de peluche gigante, todo ternura y positivismo, cuya meta a corto plazo es adelgazar…comiendo todas las porquerías que se encuentre.

Borja es un personaje encantador, pero debía ser interpretado de forma muy creíble para transmitir toda la ternura de la que era capaz y Burque lo hace a las mil maravillas.

El resto del reparto

Excelente la pareja protagonista y magnífico el resto del reparto. Mención especial para Jordi Llodrà como Álex, el hermano con Síndrome de Down de María, que es, con diferencia el más lúcido entre todos los personajes. Álex es un personaje fantásticamente escrito y que Llodrá interpreta con una ternura y gracia tremendas.

Magnífica también la hierática Silvia Munt, a la que nos cuesta 80 minutos verle una sonrisa (amarga, pero sonrisa), transmitiendo todo el dolor y la angustia que lleva dentro.

Y los demás, muy bien todos: empezando por Alexandra Jiménez como la triunfadora Cristina Pi, siguiendo por Miki Esparbé como Gustavo «el otro posible futuro ‘normal’ de María», las fugaces, pero magistrales intervenciones de Carmen Machi...

La Banda Sonora

Otro de los aciertos de Dolera, ha sido elegir para componer e interpretar la banda sonora de Requisitos a la cantautora Luthea Salom. Sus canciones indie folk, con cierto tono naïf, son el telón de fondo ideal para contar esta historia. Y si a ello se le añaden pinceladas como la de esa maravilla compuesta e interpretada por Tulsa, pues ya no hay más que hablar.

¿Os parecen suficientes razones? Espero que digáis que sí, porque en esta época veraniega que en los cines todo son explosiones, dinosaurios agresivos o guerras galácticas, no está de menos tomarse las cosas con un poco de calma y cumplimentar nosotros mismos el cuestionario que propone Leticia Dolera para comprobar qué es para nosotros la normalidad y sobre todo…si somos felices.

¡Enhorabuena «kamikaze» eres muy grande!