En este post te daré unos cuantos consejos sobre cómo pedir vino sin saber de vinos (y hacer que no parezcas una novata). novata.
¿Te suena esta escena?
Estás en una cena con amigas, una comida de trabajo o una cita especial. Llega el camarero y pregunta: ¿Qué vino quieren para acompañar? Y de repente… silencio. Todas te miran. Tú sonríes, buscas algo en la carta que suene bien —o caro— y rezas por no quedar como alguien que no tiene ni idea.
O algo peor, estás en una comida o cena de negocios, te las das de entendido y la lías parda.
Si te ha pasado, no estás sola. Saber de vinos parece un arte reservado a expertos, cuando en realidad todo el mundo tiene derecho a disfrutar de una copa con seguridad, aunque no sepa distinguir un Ribera de un Priorat.
Por eso, en Unagi Magazine hemos preparado esta pequeña guía para que puedas pedir vino como una pro… sin tener que fingir que has hecho un curso de sumiller.
Vocabulario básico que sí necesitas (y el que puedes ignorar)
Para pedir un buen vino, no necesitas aprenderte la rueda de aromas o fingir que hueles cuero húmedo. Pero sí te ayudará entender seis conceptos clave que puedes usar con naturalidad:
- Vino joven: sin crianza, más fresco y ligero. Ideal si no te gustan los vinos muy intensos.
- Crianza / Reserva / Gran Reserva: indican el tiempo en barrica. A más crianza, más cuerpo y madera.
- Variedad de uva (o coupage): en muchas cartas verás menciones a uvas como tempranillo, garnacha, verdejo o albariño. No hace falta conocerlas todas, pero tener identificadas 2 o 3 favoritas te da mucho juego a la hora de pedir.
- Denominación de Origen (D.O.): no necesitas sabértelas de memoria, pero entender que un Rías Baixas es un blanco del norte, o que un Ribera del Duero es un tinto más robusto, puede ayudarte a orientarte en la carta.
- Seco / afrutado / suave / potente: términos que puedes usar para expresar tus preferencias sin sonar pretenciosa.
- Tinto / blanco / rosado / espumoso: básicos, sí, pero conviene aclarar que un rosado o un espumoso también pueden ser muy elegantes y no están “solo para el verano”.
Y si quieres más términos o profundizar en estos, aquí tienes una buena guía.
Pro tip: no uses palabras como “taninos”, “retrogusto” o “mineralidad” si no sabes qué significan. Queda mejor decir me apetece algo suave y fresco.
Cómo leer una carta de vinos sin que te entre el pánico
Las cartas de vino pueden meter miedo. Pero en realidad están diseñadas para orientarte. Mira estos consejos prácticos:
- Empieza por el tipo: ¿tinto, blanco, rosado o espumoso?
- Mira los precios: elige una franja cómoda. No hace falta ir al más barato ni al más caro.
- Fíjate en la descripción: muchas cartas incluyen notas de cata simplificadas. Si ves “fresco y afrutado” o “intenso y estructurado”, ya tienes pistas.
- Pregunta sin miedo: los camareros (si el lugar es bueno) están para ayudarte.
Y si hay vinos por copas, aún mejor: puedes probar sin comprometerte a una botella entera.
¿Un vino caro es siempre mejor? Spoiler: no.
Una de las trampas más comunes al pedir vino —especialmente cuando no se tiene mucha experiencia— es pensar que el más caro será también el más bueno. Pero eso no siempre es cierto.
El precio de un vino puede depender de muchos factores: la bodega, la denominación de origen, la crianza, la producción limitada… pero también del marketing, la fama o la carta del restaurante.
Un vino de 10 o 20 € puede darte más placer que uno de 60 €, simplemente porque se adapta mejor a tu gusto. Y al revés: pagar más no garantiza que te encante.
El mejor vino no es el más caro, ni el más premiado. Es el que tú disfrutas.
Así que la próxima vez que pidas, elige lo que te apetece, no lo que impresione más en la mesa.
Cómo hablar con el camarero (sin sonar como un experto frustrado)
No hace falta recitar una masterclass de enología. Solo sé honesta, clara y simpática. Aquí van tres fórmulas infalibles:
- Busco un blanco seco y fresco, ¿qué me recomiendas?
- Queremos un tinto suave, nada muy intenso. ¿Alguna sugerencia?
- No somos expertas, pero nos apetece un vino que vaya bien con lo que hemos pedido.
Lo importante es expresar lo que quieres sin miedo a sonar inexperta. De hecho, los profesionales agradecen que alguien quiera disfrutar con actitud abierta y curiosa.
5 frases que te salvarán si estás muy perdida
Porque a veces lo único que necesitas es una línea segura, aquí tienes cinco comodines que nunca fallan:
- ¿Cuál es vuestro vino más equilibrado por copas?
- ¿Cuál está funcionando mejor entre vuestros clientes últimamente?
- ¿Tenéis algún blanco que no sea muy dulce?
- Algo fresco, que no suba demasiado rápido a la cabeza.
- Una copa de tinto suave que vaya bien con carne blanca. ¿Qué me aconsejas?
✔️ Son frases que muestran interés sin querer demostrar (falso) conocimiento.
Disfrutar es más importante que impresionar
El vino no es un test. Es un placer.
Y si estás aquí, leyendo este post, ya demuestras que quieres aprender, explorar y disfrutar sin complejos. Lo demás, viene solo: con cada copa, con cada cena, con cada conversación, te sentirás más cómoda pidiendo lo que te gusta.
En Unagi Magazine creemos que no hay nada más elegante que una mujer que pide con seguridad, aunque no lo sepa todo.
¿Te ha servido esta guía?
Guárdala para tu próxima cena o compártela con esa amiga que siempre deja que otros pidan el vino. Y si quieres más guías como esta (pero sobre queso, jazz, arte o sushi…), escríbenos. Esta serie solo acaba de empezar.
📲 Y síguenos en Instagram si quieres más tips de lifestyle como este.