Para terminar nuestro viaje por tres de las islas que componen el archipiélago de las Azores, que comenzamos en este artículo, y que continuamos en este otro, llegamos a la isla de Pico.
Isla del Pico
La isla del Pico es la más joven de Las Azores. Debe su nombre a la Montanha del Pico, un monte volcánico que, con sus 2.351 metros de altura, corona la isla y es la cumbre más elevada de la República de Portugal.
El monte de supone una excelente excursión para aquellos que quieran fortalecer sus piernas. Por supuesto para ascender a su cima tendremos que contar con la colaboración de expertos en la zona.
Desde su cumbre se pueden avistar los viñedos o corraletas (declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004). Las corraletas son pequeños muros de piedra basáltica que protegen las vides de los vientos de la zona, lo que hace que la recolección sea totalmente artesanal.
La piedra basáltica le confiere a la uva unas características muy específicas, ya que retiene el calor durante el día (hasta 24 grados) y por la noche lo expulsa, manteniendo un microclima. Además su porosidad hace que el agua de la lluvia no se estanque y mantiene una humedad en todos los cultivos con lo que el riego no tiene que ser constante. Gracias a estas características, los vinos azorianos consiguen ser más dulces y con una graduación más alta.
Para poder probarlos, tanto los blancos como los tintos, os recomiendo el bistróvinatería Cella Bar, en Madalena, capital de la isla, frente al Atlántico. Diseñado por el arquitecto portugués Fernando Coelho, con un gusto exquisito en su arquitectura, emula una barrica hecha de madera de cryptomeria, típica de esta zona.
Para abrir paladar os recomiendo el merlot cabernet sauvignon de Corral Atlantis, el tinto Vulcánico de Terras de Lava, o el blanco Antonio Macanita de Azores White Company.
Si aún nos quedan fuerzas y el vino no se nos ha subido demasiado a la cabeza, habrá que visitar Gruta das Torres, www.siaram.azores.gov.pt, uno de los mayores tubos de la lava de Europa localizada en Madalena y clasificada como Monumento Natural Regional. Totalmente virgen, la experiencia de descender a este tubo volcánico es como descubrirlo por vez primera.
Y hasta aquí llega la crónica de nuestro viaje por Las Azores; esperamos que os haya gustado y que os haya despertado el interés por descubrir este maravilloso archipiélago atlántico.
Agradecimientos a Portugal Tours, www.portugal–tours.com/