Mi recomendación lectora de esta semana se refiere a un libro que trata como pocos las ambiciones, sueños y deseos humanos: Moby Dick, uno de esos libros imprescindibles en cualquier biblioteca y que todos deberíamos leer, al menos, una vez en la vida.
Moby-Dick (sí, en la primera edición de la obra, el título se escribía con guión, así que rindámosle homenaje), es la magna obra de Herman Melville sobre la obsesiva persecución y caza de una ballena “asesina” por el ballenero Pequod a mando del capitán Ahab.
Esta novela, caracterizada por su impecable narrativa y su marcado simbolismo, nos lleva a un mundo de aventuras, pero también afronta los temas universales de la literatura: la amistad, el orgullo, la venganza, la religión…
Basada en un referente histórico real, como fue la caza del cachalote albino Mocha Dick, capturado en el siglo XIX en las costas de Chile, tras haber hundido numerosos balleneros, Moby Dick nos embarca (nunca mejor dicho) en una aventura hipnótica en la que temeremos tanto al cazador como a la presa y viviremos las aventuras de Ismael y sus heterogéneos compañeros Tashtego, Queequeg y Daggoo.
En palabras del crítico literario Harold Bloom:
Moby Dick es la novela que William Faulkner hubiera querido escribir, ha alcanzado el reconocimiento y el elogio constante que merece una construcción narrativa impecable. La lucha del capitán Ahab, su terrible obsesión y la mítica persecución de la ballena han traspasado fronteras, consiguiendo así la indiscutible categoría de obra maestra (…) Moby Dick es el paradigma novelístico de lo sublime: un logro fuera de lo común.
Solo una advertencia al respecto. Existen multitud de ediciones de esta obra, correspondientes a distintas editoriales. Dado que el original se publicó en inglés, a la hora de escoger una edición en castellano, más que el precio o la belleza de la publicación, hay que tener especialmente en cuenta la calidad de la traducción, pues hay algunas maravillosas y otras lamentables. Por ello, para todos los que quieran luchar contra el cachalote blanco, aquí van tres sugerencias:
Una excelente edición fue la de Editorial Bruguera, de 1982, que contaba con la excepcional traducción de Jose Mª Valverde. Una edición muy barata y espléndida, cuyo único problema es la gran dificultad para conseguirla. Tal vez, si conserváis aquella maravillosa colección de Clásicos Juveniles de Bruguera, la encontréis entre ellos. Si no, posiblemente en librerías de segunda mano o, los que viváis en Madrid, en el Rastro o en la Cuesta de Moyano.
Magnífica también es la edición de Alianza Editorial, traducida por Maylee Yábar-Dávila.
Quizás la más reseñable es la edición de Editorial Debate, no solo porque cuenta con una gran traducción de Enrique Pezzoni, sino, además, porque incluye las espectaculares ilustraciones de Rockwell Kent, un gran pintor, dibujante y grabador neoyorquino de principios del siglo XX. Además, no llega a los 11 €.
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