No hace mucho, os contaba que las coctelerías se estaban poniendo de moda en Madrid y prueba de ello es Candela Bravo, un espacio recientemente abierto en el Barrio de las Letras, que encaja a la perfección en este nuevo modelo.
Y es que una ciudad como Madrid, que sido el hogar de míticos establecimientos en los años 20, echaba mucho de menos estos espacios y por ello, una vez sembrado el terreno, no es raro que los cócteles hayan vuelto a la capital para codearse con cañas y vinos, tapas y raciones.
Candela Bravo
Empecemos con las presentaciones: «Aquí unos amigos, aquí Candela Bravo» 😉
Esta coctelería está situada en la Calle Jesús 6, en pleno Barrio de las Letras y muy cerquita de la Calle Atocha y de Antón Martín.
Se trata de una asociación entre Familia Brown, una sociedad compuesta por los dueños de Ciriaco Brown (Abades, 13) y uno de los socios de Confitería. A esta nueva andadura se suma, en esta ocasión, Bareto, el grupo de cocteleros conformado por los expertos Adal Márquez, Edir Malpartida y Antonio Naranjo.
¿Cómo es Candela Bravo?
Candela Bravo es un local pequeño y pensado para pasarlo bien, sentirse como en casa y sin las grandes pretensiones que se relacionan con una coctelería.
Aquí lo principal son los cócteles, ejecutados a la perfección y que destacan por su sabor.
Más que crear un local elitista, donde los protocolos y las formas fueran lo esencial, sus creadores, han conseguido crear lo que se conoce como «un bar de siempre», pero sumándole una carta de cócteles en condiciones: sin florituras, un poco nostálgica y magnífica en sabor.
Los cócteles
La carta de cócteles es corta pero efectiva.
Podemos encontrarnos con reinterpretaciones de algunos clásicos, como el Marianito Preparado, la Pomada Collins –con ginebra de Menorca, limón y refresco de limón– o el Sol Sin Sombra –con brandy, Ratafia, absenta y melón–.
Junto a ellos, hay sitio para las sangrías flamencas y las jarras de Rebujito o Kalimotxo, los chupitos “de siempre” (La Cucaracha, El Coscorrón o el Chupa Chups) o las “Locuras del Candela”, como el cóctel Sara Montiel –con verdejo, Aperol, Chartreause, limón y soda– o el Violeta “La Burra” –con violeta, limón, licor de violeta, vodka, ginebra y refresco de jengibre–.
Y para picar…
Los cócteles son los protagonistas de la experiencia que podéis disfrutar en Candela Bravo, pero en un «bar de los de siempre», no podían faltar algunos «actores secundarios» gastronómicos.
En efecto, en esta coctelería, podéis disfrutar de una carta breve y ligera, pensada expresamente para complementar la oferta líquida y alcohólica.
¿Queréis conocer a Candela?
