El origen del crumble se encuentra en el Londres de la II Guerra Mundial cuando la población masculina estaba en el frente y las mujeres debían trabajar fuera de casa. El factor tiempo y el lógico racionamiento de materia prima, consecuencia del conflicto, las obligó a ingeniárselas para hacer elaboraciones rápidas y baratas.
Utilizando mantequilla, harina y azúcar dieron con el invento (to crumble: desmoronar): una masa que empleaban como topping de cualquier fruta (principalmente manzanas) y que posteriormente horneaban.
Este plato se hizo muy popular y hoy, además del postre de fruta, se ha extendido el concepto, denominando crumble simplemente a la masa de cobertura.
El resultado es tan sencillo y tan sabroso que ha evolucionado de manera que nos encontramos crumbles tanto en platos dulces como en salados (sustituyendo el azúcar por queso, por ejemplo).
A continuación, os presento un postre individual, fresco y cremoso que únicamente lleva como elaboración esta masa desmoronada para decorar el plato. El resto de ingredientes los podéis encontrar en cualquier tienda ya que son de fácil acceso.
¡Bon appetit!
Ingredientes
Para el cremoso de naranja amarga
- 1 naranja
- 50 grs. de mermelada de naranja amarga o normal
- 2 yogures griegos azucarados
- 2 cuadraditos de chocolate negro (para decorar)
Para el crumble
- 60 grs. de azúcar
- 90 grs. de harina
- 60 grs. de mantequilla
Elaboración
- Mezcla en un bol la harina y el azúcar.
- Atempera o “apoma” la mantequilla (amásala con las manos hasta que, al darle calor, adquiera una textura de pomada).
- Añade la mantequilla a los otros dos ingredientes y amasa el conjunto. Deben quedar los ingredientes mezclados de manera homogénea pero con una textura terrosa.
- Desmorona y extiende bien la masa en una bandeja de horno.
- Hornea durante 20 minutos aproximadamente a 180º (la masa debe quedar dorada).
- Reserva la masa y deja que se enfríe.
- Pela la naranja “a piel” (eliminando todas las partes blancas) y pica en trocitos, reservando un par de gajos para la decoración.
- Mezcla la mermelada con la naranja natural y pon esta mezcla en la base de los recipientes en los que vayas a servir el postre.
- Bate el yogur y ponlo encima de la base de naranjas.
- Termina de montar el postre decorándolo con un trozo de crumble, un gajo de naranja y chocolate negro rallado (también puedes desmenuzar el crumble y espolvorearlo por encima)