Para expresar lo que siente un viajero, cuando traspasa las acristaladas puertas del Hotel Urban en Madrid y llega a su recepción, solo es necesaria una vocal: ¡¡Oooohhh!! y un emoji 😮
Porque es difícil que no se le escape una exclamación de asombro ante lo que le muestran sus ojos: una perfecta conjunción entre arte, diseño, confort, lujo y distinción.
Hotel Urban… mucho más que un hotel
Sin duda, cuando alguien busca un hotel, en primer término lo que necesita es un alojamiento, pero en el caso del Hotel Urban, además, obtiene toda una experiencia.
Esto no es sino el reflejo de la filosofía de la cadena Derby Hotels Collection y del espíritu de su presidente, el empresario catalán Jordi Clos, figura destacada, no solo del mundo de la hostelería, sino de la cultura y, especialmente de la arqueología: no en vano, es el fundador de la Fundación Arqueológica Clos y del Museo Egipcio de Barcelona.
El arte y la cultura tienen presencia destacada en todos los hoteles de la cadena y son una de sus señas de identidad; hasta el punto de que algunos de ellos, pueden ser catalogados de hoteles-museos.
En consonancia con este espíritu, en el Hotel Urban llama poderosamente la atención en primer lugar el edificio en que está enclavado. Inmejorablemente situado: escasamente a 200 metros de la Puerta del Sol y prácticamente enfrente del Congreso de los Diputados, es una base ideal para los viajeros que arriben a Madrid, ya sea para divertirse y conocer el ambiente de la ciudad, como sobre todo, para quienes lo hagan con la intención de disfrutar de su arte.
En efecto, el llamado «Triángulo del Arte», integrado por los tres grandes museos madrileños: el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía, está a 5 minutos de apacible y segura caminata.
Llama también la atención el espectacular edificio, de líneas vanguardistas: una moderna y funcional edificación, obra de los arquitectos Carles Bassó y Cristian Cirici. Su fachada de metal y cristal es un anticipo de lo que espera al visitante cuando atraviesa las puertas: un espectacular atrio cubierto y acristalado y unas enormes tallas ceremoniales de Papua-Nueva Guinea, que son el prólogo que adelanta al viajero lo que se va a encontrar: lujo y arte.
Porque el Urban es un hotel con alma de museo, y no solo por esos impresionantes tótems del siglo XIX que dan la bienvenida al viajero (o el resto de la colección procedente de Papúa-Nueva Guinea, que se muestra en el museo del sótano), sino por las distintas obras de arte que decoran cada una de sus habitaciones (estampados de la dinastía Ming, estatuillas jémer de finales del siglo XI, piezas budistas de las dinastías Qin y Han…).
Y no solo eso, sino que el Hotel Urban está vivo y habitualmente acoge otro tipo de manifestaciones artísticas como muestras temporales de arte moderno o exposiciones de nuevos diseñadores de moda.
Todo ello, dentro del marco de un interiorismo a tono con este espíritu. Una decoración tan moderna como funcional, donde el metal y el cristal omnipresentes, conviven con lujosas maderas tropicales, delicados y vistosos mármoles, cuero… En todo caso la decoración transmite lujo pero sin resultar recargada; al contrario, la sensación de confort siempre está presente.
El Hotel Urban por dentro
Sí, sin duda el Hotel Urban es más que un hotel, pero ante todo… es un hotel; un lugar, en el que la comodidad y la funcionalidad deben primar para que la estancia del huésped sea lo más confortable posible. En este sentido, podríamos encuadrarlo dentro de esa nueva categoría de hotel boutique: establecimientos con estilo y carácter propio, no muy grandes, que ofrecen al huésped un servicio personalizado y de la máxima calidad.
El Hotel Urban cuenta con 96 habitaciones, de las que que 8 son suites. En mi estancia en el hotel visité una habitación superior, amplia (unos 30 metros cuadrados) y que representaba a la perfección todas las señas de identidad del establecimiento: cuidado diseño contemporáneo en los lujosos materiales, no reñido con un gran confort y, por supuesto, con el arte, porque en cada habitación se expone una obra de arte.
También visité una amplia suite, de unos 40 metros cuadrados, con una decoración vanguardista a la vez que sofisticada. Me llamó la atención la integración del enorme baño en la habitación jugando con las transparencias y el cuidado uso de la iluminación. Además, la fachada de cristal asegura una gran luminosidad a todo el espacio. Los más pudorosos podéis estar tranquilos, porque las enormes cristaleras, desde el lado de fuera son espejos (como las de las películas de polis) y no permiten ver el interior; no obstante, todas las ventanas disponen de estores.
Además, cuenta con todos los servicios adicionales que un viajero puede pedir a un hotel de 5 estrellas y gran lujo: terraza con piscina exterior y solárium con vistas sobre Madrid, gimnasio y zona de baños de vapor, salones de reuniones, espacios para eventos y banquetes…
Y además del hotel…
El Urban es un centro de ocio. Sí, porque este espacio no solo es reseñable por su actividad de alojamiento o por su carácter de museo, sino que es un lugar en el que el ocio y la restauración son llevados a la máxima expresión.
Empezando por el Glass Bar, un oyster bar situado en la planta principal del hotel, que se ha convertido en un punto de encuentro habitual entre artistas y gente cool de Madrid, con sillas de Philippe Starck y sugerente iluminación y siguiendo por el Europa Decó, uno de los restaurantes más reconocidos de Madrid, con su cocina contemporánea de influencias mediterráneas.
Pero quizás el espacio más significativo del Hotel Urban, para los amantes del ocio en Madrid es La Terraza del Urban. Situada en la azotea del edificio, es la primera de estas características que se abrió en Madrid y es una de las opciones estrella en las noches veraniegas de la capital, con sus exquisitos cócteles y sus espectaculares vistas sobre el barrio de Cortes, la trasera de la Gran Vía, el Barrio de las letras. Ya solo el acceder a ella, a través del acristalado ascensor instalado en el atrio, es algo que quita el hipo.
Sí, como os decía al principio, sin duda sobran las palabras ante el Hotel Urban, un hotel tan lujoso, como único y con personalidad propia.