Uno de los hoteles más destacados en el madrileño Barrio de las Letras es, sin duda el Vincci Soho 4*, un espacio ya de por sí precioso, que tras la última y muy reciente reforma de que ha sido objeto, pasará a ser uno de los referentes hoteleros de la capital.
Situado en la Calle del Prado 18, en pleno Barrio de las Letras, Vincci Soho 4* es un espacio no solo singular, sino cómodo y lujoso, que dispone de 169 habitaciones con todas las comodidades y la máxima calidad propias de esta cadena hotelera.
Además, por su ubicación (junto a los primeros corrales de comedia de Madrid y muy cerca del «Triángulo del Arte», este establecimiento siempre ha estado muy vinculado al mundo del arte, algo que tras la citada remodelación pasa a ser la seña distintiva del Vincci Soho, que permitirá a sus huéspedes ser partícipes de esta atmósfera artística, sin necesidad de salir del hotel.
El mundo de los sueños y el espectáculo se adueñan del Vincci Soho
La cadena Vincci siempre se ha distinguido por el exquisito gusto en la decoración de sus establecimientos, y por ello, la elegida para hacerse cargo de la decoración del renovado Vincci Soho ha sido la reconocida interiorista Alejandra Pombo, que ha apostado por crear un espacio en el que las alusiones al mundo del espectáculo y de los sueños se suceden, abriendo de par en par las puertas a la fantasía.
Ello se nota, ya desde un principio, con la presencia de personajes surrealistas, como la jirafa “Lola” en la entrada, un gran carrusel en el centro del lobby y diversos elementos propios de la escena de cualquier teatro en la planta baja del hotel…
En palabras de la propia Alejandra Pombo, la finalidad de la decoración ha sido crear:
Un lugar imaginario y diferente a la realidad, donde cada persona puede evadirse.
No solo los elementos citados son muy reseñables; junto a ellos, la recepción inspirada en una taquilla de cine de época; el mural pintado a mano en la pared de entrada, realizado en exclusiva para el hotel; el carrusel que sirve de nexo de unión y separación para los distintos espacios o «Bambalinas», un espacio con sofás y mesas, decorado como la parte trasera de un teatro, con el atrezzo, un piano listo y afinado para salir a escena, y las sogas que sostienen los múltiples decorados que entrarán en escena.
Sueños, espectáculo…y gastronomía
La imaginación no solo se ha apoderado de la decoración sino también del aspecto gastronómico, con su espacio NoMadFood&Bar, abierto tanto a los huéspedes como a todo tipo de comensales que quieran disfrutar de su oferta culinaria.
La decoración va a tono con el ambiente onírico y espectacular del resto del Vincci Soho, con su pintura en tonos neutros, su vistoso papel pintado y su cuidada iluminación, propiciando un ambiente íntimo y agradable.
Dispone, incluso, de un vistoso y particular reservado, con capacidad para 16 personas, que es una estancia con forma de jaula, coronada por varios pájaros de papel.
En cuanto a la carta, hay propuestas para todos los gustos, pero han apostado fundamentalmente por platos fáciles de compartir, con toque de autor, como las croquetas, la sartén de langostinos, cazuela de Fideua… pero más vale una imagen que mil palabras y aquí tenéis la carta para que veáis toda su oferta culinaria.
Y sí, antes de que lo preguntéis, que en Madrid todo el mundo lo hace 😉 el Vincci Soho tiene terraza…y no solo una sino dos, una de ellas cubierta, por si la climatología no permite estar al fresco (algo que se ha agradecido mucho en esta inclemente primavera).
En la terraza exterior, varias cúpulas de vegetación se abren por encima de las mesas, inspiradas en el sauce llorón, lo que la hacen ideal para resguardarse del calor en las tardes y noches de verano, en la mejor compañía, con alguna de sus propuestas gastronómicas o de los cócteles más refrescantes.
En fin, que todas estas propuestas tan originales hacen que el Vincci Soho, sea un establecimiento diferente, ideal para vivir experiencias inolvidables.
¿Os animáis a sumergiros en el mundo del espectáculo en el Vincci Soho?
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